de la serie Juegos que marcaron nuestra época...

Ya estamos de vueltaaaa...(por si alguien lo echaba de menos, cosa que dudo, pero en fin).
Tras unos 15 días de imposibilidad de conexión, he vuelto.¡¡BWAHAHAHAHAAAAAAAA!!!
(PD:me da que la cuenta de correo ha muerto, ya haremos un funeral en condiciones)

Inauguramos sección, y nada mejor para ello que un juego que en su día me dió unos cuantos quebraderos de cabeza.

Suban al DeLorean:destino, año 1989.¡¡DESPEGAMOS!!

¡¡pero meteos dentro, almas de cántaro, que luego dicen que hay desgracias!!

Konami, tras el éxito obtenido con este juego en la NES, decide sacar una versión para GameBoy. Y hablo de la GameBoy antigua, la conocida cariñosamente como "el ladrillo"o "el bloque", debido a su tamaño(aunque mucho más manejable que el mazacote de la GameGear, todo sea dicho)

Castlevania Adventure para GameBoy.

Y no, no me refiero a la conversión que sacaron del original de NES hace unos pocos años.

Fue el primer Castlevania para GameBoy,que me compré en seguida, al ser de mis favoritos.Objetivamente hablando, el juego no es nada del otro mundo: bien desarrollado, eso sí(estamos hablando de un cartucho para la primera GameBoy, recordémoslo), pero tampoco es una maravilla.

Ahora bien, era divertidísimo, era un Castlevania, y era endiabladamente difícil, el jodío.Un control ortopédico junto con una dificultad elevada, propia de los Castlevania, lo hacía exasperante. No tanto como otros, todo sea dicho.

Recuerdo con especial cariño la pantalla del puente, en la que, cada vez que matabas un ojo, estallaba llevándose un trozo del mentado puente, teniendo que saltar para llegar al otro lado. Y créanme, los saltos eran AJUSTADÍSIMOS. No ayudaba el que fueras un bloque de cemento con patas,no.

También viene a mi memoria una pantalla de scroll lateral en la que iba bajando una pared con pinchos, de la cual pasabas a una vertical, en la que te perseguía un suelo con pinchos;y cuando te creías a salvo, de nuevo scroll lateral, de derecha a izquierda, con...¡sí, exacto!otra pared de pinchos.Más los enemigos, una especie de cochinillas que, a no ser que tuvieras el látigo mejorado, al golpearlas se enroscaban sobre sí mismas y se lanzaban a por tí.Lo que me costó, la pantalla de los...y claro, el enfrentamiento con Drácula;de éste recuerdo especialmente cagarme en todo cada vez que me mataba.

zomm,zomm...el bosque de los zombis...!!

le pones un sombrero, y es Indy vs Drácula

hophophop!!arriba, venga!!¿sois nenazas o cazavampiros?¡¡venga, joder, que nos hacen pincho de ternera!!

dile a mamá que te compre un juego con pinchos, cochinillas, y hombres recios y fornidos con látigos y cuerdas, y a ver qué pasa

Porque hablamos de un juego con vidas y continuaciones limitadas, nada de guardar partida, ni infinite continues, ni aceite en salmuera, no:conocía gente que dejaba consolas encendidas toda la noche para no perder la partida(y ninguna se quemó, lo que demuestra que antes era todo mejor y más resistente). Por tener, tenía hasta cuenta atrás en cada fase. Traducción: o te la pasas antes de que llegue a cero, o adiós muy buenas, señor cazavampiros.

si supiérais la de recuerdos que me trae ver esta caja...snifffrff...

Prometo, en cuanto consiga internet y scanner, que ya dije que será a finales de año(espero) subir más imágenes y capturas de pantallas, ¡y hasta vídeos!haré una Absolute Edition del post, vaya.Hasta entonces, confórmense, leches.

Luego vino el Castlevania II:Simon's Quest, el mejor juego de esta saga para este soporte. Aún llegarían dos más, Castlevania Legends(pfff...en fin, ya hablaré de él...)y la mencionada conversión del de la NES.
A partir de ahí, pasamos a los de Advance y DS.Siempre hablando de Gameboys,claro-dirán lo que quieran, pero para mí y mucha gente, la DS es una GameBoy.De hecho, algunos sostienen que cualquier sistema portátil de Nintendo siempre será conocido por GameBoy-lo-que-sea, y parte de razón tienen-

PD:estoy viciado a la recopilación de Castlevanias para PSP, y qué maravilla. Y qué #¼½½¬ complicados, arg.

Con su permiso, voy a echar alguna partida a este juego ochentero-noventero, que me ha picado el gusanillo.