martes, 8 de abril de 2008

Inciso lamentable y quejica

Hoy estoy en modo odio/depresión/quéascodemundo. Todo a la vez.

Por ejemplo:estoy cansado de la gente incapaz de tirar un papel, una lata, lo que sea, a una papelera que está a metro y medio, y lo hagan en la calle, el suelo del metro, un banco…
También estoy muy harto de las prisas, los empujones, los que creen que pueden opinar sobre cualquier cosa, los que creen conocerme, los que creen no conocerme, los que creen conocerme a medias.
Los que se permiten el lujo de juzgar sin comprender ni pararse a pensar.
Los que piensan que tienen conocimiento alguno de por qué hago lo que hago(y siempre se equivocan)
Y un largo etcétera.

Pero, sobre todo, estoy harto de las personas que van de amigas hasta la muerte y ni te llaman ni cuentan contigo, y en cambio llega un día en el que compruebas que eres el típico colega de quedar “por casualidad”, pero no “habitual”. A pesar de no caer mal y de haberte roto los cuernos por ellos. Claro que los modestos y comedidos no lo vamos diciendo por ahí, con lo cual tampoco se sabe… (es lo malo de crecer leyendo comics y gestas heroicas:al final, te sacrificas por el bien común sin importarte lo que piense el resto de tí)

Tú te molestas , y el resto, nada de nada. También he de reconocer que muchas veces te tomás interés sabiendo cómo va a terminar la cosa, pero sinceramente, te acaba dando igual.

Seguro que les ha pasado alguna vez: su enemigo, alguien que no les cae bien, o que simplemente se toleran, resulta que acaba llevándose todo el mérito y teniendo la vida que les gustaría tener. Alguien al que sólo unos pocos son capaces de ver cómo es realmente, mientras que el resto se ciegan por su brillo de latón. Como en el típico instituto con el típico capitán del equipo, popular y carismático, al que todo el mundo adora, y el típico “pardillo” anodino que sólo quiere vivir y dejar vivir.

O la típica amiga a la que caes bien, y descubres que sale y aprecia más a tu contrapartida maligna que a ti. Y que también lo hace el resto. Y te preguntas:”¿será culpa mía?” Pues en ciertos casos, sí, y en otros , NO(en el mío no, es suya y de este mundo maldito)

Supongo que por eso me encantan pelis como Muerte a 33 rpm:el típico marginado que se venga de los mamones que le hacen la vida imposible. Me encanta la escena en la que el chulito de High School va a casa del prota a llorarle, en plan “aléjate de mí, monstruo”,pero está a.c.o.j.o.n.a.d.í.s.i.m.o.


los guerreros del Rock dominarán en el Apocalipsis

O ver cómo gente con la que sabes que deberías llevarte bien, por alguna extraña razón, es imposible. O descubrir un buen día que has hecho el primo y nunca formaste parte de su grupo.

Hay gente con una vibración, un karma, una sensación, aura, llamémoslo cosmos, específíco. Por lo que , mal que les pese, están abocados a ese destino: no hay nada extraño ni equivocado en ellos, simplemente son solitarios y no están hechos para tener amigos, por definirlo de alguna forma. Lo cual es una grandísima faena si lo que quieres es precisamente eso, claro.
O también puede ser por las circunstancias: hay personas con una vida más dura y difícil que otras, y eso influye. Ya saben aquello de “yo soy yo y mi circunstancia”.
Ojo, que no estoy disculpando a criminales ni a cretinos, me refiero a circunstancias más o menos complicadas y a personas más o menos normales, no a bastardos.

O puede ser que cada día descubras que hay personas que llevan la vida que te hubiera gustado, que hubieras podido tener, si todo hubiera sucedido de otra forma (otros padres, otras elecciones…), o si hubieras empezado antes, o te hubieras dado cuenta a tiempo de lo que debías haber hecho…

…en fin, diría que me queda un año, pero me queda menos, para la meta que me he fijado. Siempre y cuando no se confabule todo contra mí, que esa es otra, no depende totalmente de la elección que hagamos cada uno, sino de muchos otros factores. Ya veremos.
(…me estoy dando cuenta de que este post ha quedado muy”qué desgraciado soy, nadie me quiere…”muy emo, vaya. Solo falta la canción del gusano.)
Menos mal que iba a ser un blog cachondo y megaguay, que si no…es lo que pasa cuando no me tomo la medicación…

¡¡Ja!!al final no he podido resistirme:¡la canción del gusano!(o, como una vez dijo alguien, el himno Emo por excelencia):


Nadie me quiere, todos me odian.
Creo que comeré algunos gusanos.
Largos, delgados, viscosos,
cortos, gordos, jugosos,
Reptantes, picantes,babosos.

Trago el primero,
trago el segundo,
oh, cómo se menean y retuercen en mi boca.

(hmmm...me pregunto cuántos comentarios tendrá esta entrada, o si tendrá alguno...)


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